jueves, 6 de enero de 2011


Valorando... (Nochebuena)[25-12-2010 02.35 a.m]


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Hemos pasado por una relojería, y relacioné la imagen que tengo de una antigua joyería-relojería con piezas únicas, hechas una a una, que sólo esa tienda tiene y las cuales cuestan grandes sumas de dinero traducidas en exclusividad, unicidad...Es decir, valor.

Esa pieza de la famosa joyería antigua te era mostrada por un vendedor trajeado, experimentado en el trato al cliente y del que te gustaba sentirte convencido para realizar la compra y convertido en una persona con el gusto más refinado que había conocido en su vida.

Hoy, en cambio, en esta joyería-relojería me he dado cuenta de que eso ya no existe para un nivel adquisitivo medio. (Si queremos algo del estilo y repito: "del estilo, inspirado en..." lo que he dicho antes, tenemos que apuntar muchísimo más alto. Hay una gran confusión en cuanto al valor real de las cosas, dejando de lado relativismos morales que no vienen al caso.)

Estaba situada en un centro comercial, te atendían chonis con el chaleco-forro polar del super, y las joyas que te vendían por 70-80 € estaban colocadas en fila india, una detrás de otra, como si saliesen de una máquina de churros...

Una lástima...

Pero bueno, me reconforta pensar que el pato que he cenado hoy ni sale como los churros (sí, me siento orgulloso de mi tía-abuela de 83 años que cocina el pato al horno en base a una receta transimitida en familia de generación en generación) , ni me lo pone una choni pasota con el forro polar de un supermercado con eslóganes estúpidos captaancianos como "Aquí el mundo todavía funciona", y que no va un pato detrás de otro, que sólo puedo empacharme del mismo una vez al año (y esta ha sido la primera)

* La cocina familiar es de las pocas cosas de este mundo que todavía no se han corrompido.

**SObre el tema de las joyas, es muy descriptivo el final de "Casino" de Martin Scorsese. Vale la pena verlo.(no encuentro enlace de YouTube)

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