El tercer Wachowski (10-V-'10)

-¡Enhorabuena, ya estás dentro!

-Perdona, pero ¿Dentro de qué?¿Te conozco?

-No. No me conoces. Realmente, hasta ahora no has conocido nunca a nadie.

-Vale, lo que tú digas...Ahora me respondes a lo primero: ¿Dónde se supone que estoy? Empiezo a encontrarme mal...

-Pero...¿Cómo que dónde estás? Parece mentira que todavía no lo hayas entendido...
Estás donde siempre. Con tus amigos, tus demás vínculos sociales, culturales...Con tu forma de ser, de pensar, tus famosos sentimientos...Todo es igual...
...Decías que te encontrabas mal...¿Qué te pasa exactamente, chico?

-Ahora me encuentro todavía peor...Me empieza a apretar algo el pecho, y no sé que es...No puedo respirar...Me cuesta mucho...
Me empieza a dar la impresión de haber perdido algo en el camino, o de no haber encontrado lo que han perdido los demás...
Estoy confuso...
Me flaquean las piernas...

-Ah...Por fin...Ya pensé que nunca podría empezar a decir esto:
Ahora tú estás en el mundo real...El mundo del dolor mental, el mundo en el que prefieres una buena hostia con tal de que reviente la autopista que comunica tu cerebro y tu corazón...Sí, sí...No te sorprendas, chico...
¡Es tu deseada sequedad!¡Tu deseo de "las cosas son como son, y no hay que maquillarlas nunca bajo ningún concepto"!¡Tu deseo de ¿por qué he de controlarme? Sé perfectamente dónde están los límites,nunca me he topado con ninguno de ellos, es la gente la que no conoce los suyos!
Pues aquí lo tienes.
Ya te irás adaptando, eres como una pieza de puzzle redonda, perfecta, intentando encajar en medio del puzzle de las 9 piezas de bordes de encaje punzantes, o al contrario, tú el punzante, y los demás redondos...¿Es malo ser punzante?
Disfruta del proceso, chico. Es realmente...PURIFICADOR

-Argh...(Caí)